Silvia Lázaro Díaz, escritora y bloguera, a finales del 2008 decide invertir su tiempo investigando vías que comuniquen la edición impresa y la edición digital, nuevos caminos para ser y estar en la literatura, al entender que estábamos viviendo una revolución en los modos de producción con la llegada de Internet. Observadora de su tiempo, considera que no es una nativa digital ni nunca tendrá los medios económicos para adquirir y aprender las herramientas (software) de última generación ni la rapidez de los nativos/as digitales que se exige para adaptarse al mundo virtual de las redes sociales y telefonía. Opta por buscar solución de otra manera: Imagina librerías que vendan libros únicos, obras de arte, y galerías de arte que expongan obras literarias, libros únicos que pueden leerse. Se encierra. Abandona transitoriamente -escritoras andaluzas- con una última entrada de blog el 23 de febrero del año 2013 y estudia ¿autodidacta¿ técnicas artísticas, artesanías, maquetación y encuadernación. Así descubre sus nuevas pulsiones creativas y gesta, tras años empeñados en este trabajo, lo que en esta ocasión presenta, los denominados -Artefactos Pictoliterarios, prototipos, Los Patitos Feos-. Sólo prototipos porque los demás sabrán hacerlo mejor -dice. Ella crea sintetizando, muestra eclecticismo y sincretismo comunicantes entre artes y artesanías. Incorpora los criterios de reducir, reutilizar y reciclar a su manera. Manufactura sus soportes e intenta recrearlos. Las basurillas naturales también pueden empoderarse. El resultado: divergencias inacabadas.