La fuerza vital de González Romero y su constante amor por evolucionar, por seguir aprendiendo y aplicándolo a su pasión que es el arte, le han llevado a tener una trayectoria amplísima, a una obra del todo coherente y ejemplar, poco conocida en Málaga tras pasar tantos años de su vida entre Madrid y Almería, primero como funcionario de diferentes ministerios y más tarde como profesor de Bellas Artes. Es por ello que dada la calidad e interés por mostrar parte de su trayectoria, se presente esta exposición de carácter antológico, una selección importante de sus trabajos para con ello devolverle a Málaga esta síntesis tan particular y característica que lo definen como artista, y de su amor por el arte y por su ciudad, a la que volvió en 1990 y en la que toma parte activa desde entonces.