Ya presente en la exposición De Miró a Barceló. Un siglo de arte español, la obra del escultor catalán Julio González, reunida en esta muestra, proviene del Museo Nacional de Arte Moderno que, junto con el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), conserva la más rica colección de esculturas y dibujos del artista, en gran parte derivada de donaciones y legados de su hija, Roberta González, entre 1953 y 1978. En esta exposición se muestran las principales etapas de una carrera centrada en la orfebrería: desnudos clasicistas y retratos figurativos en cobre de las primeras décadas del siglo XX, relieves tallados y las primeras esculturas en hierro forjado y soldado que se pueden apreciar en sus obras realizadas en grandes hierros. Esquemas de los años treinta que materializan su concepto de dibujo en el espacio, más presente aún durante su colaboración que mantuvo con Picasso entre los años 1928 y 1932. Los dibujos preparatorios reunidos en torno a las esculturas permiten valorar el proceso técnico y la diversidad formal de esculturas metálicas lineales, como Mujer con el cesto de 1934 o El ángel, El insecto y la bailarina de 1935 y apreciar el dinamismo de las figuras metamórficas y líricas de finales de la década de 1930. Esta exposición también se hace eco del primer autorretrato al pastel de 1914-1918, los últimos lienzos de este tipo dibujados o grabados dan testimonio de la estética y fuerte personalidad del hombre que se considera el padre de la escultura en hierro del siglo XX.